EL BOHEMIO VA - Código Nebbia

 
MIGUEL ANGEL DENTE
1ra. Edición: 2015
Editorial: Ediciones Disconario
Prólogo: Miguel Angel Dente

Escribe:
     Miguel Angel Dente

La música de Nebbia merece más atención!... redescubrirla y, por qué no, descubrirla, en alguna medida. Qué decir de su tarea como ejecutante. Y también la sensible cotidianidad de sus palabras. Él ha sido uno de los pocos artistas que ha logrado cambiar a tiempo nostalgia por evocación.

Este libro bien podría haberse titulado El pionero o, mejor aún, El náufrago, ya que toda esta historia musical había comenzado con ese “naufragar” que Litto definiera alguna vez como  “quemar los días, charlar incansablemente en un café, salir de la rutina, quebrar las barreras del tiempo”... Se podría agregar “ganar la calle” y “divagar”, en el sentido lo más amplio posible del término. La única finalidad de aquel “naufragio” era hacerlos sentir a él y a sus amigos eternamente libres para poder crear: yendo del boliche La Cueva al bar La Perla del Once.
 

Pero creo que a Litto esa sensación de naufragar no le era ajena ni le representaba una novedad, más bien podía ser una manera de prolongar la infancia junto a sus padres: días de bohemia, nómades, itinerantes... “Por más que me mude de pueblo en pueblo pienso que mi casa va a ser la misma”...
En verdad, él nunca ha anclado, siempre ha continuado desarrollando “su propio naufragio”, haciéndolo evolucionar a través de giras e ideas, de corazón a corazón entre los oyentes.
No solamente ha decidido no encadenarse al rock convencional, tampoco se convirtió en un gaucho esclavo del paisaje ni en un compadrito asfixiado por algún barrio de tango. Así, de-generado, su música no implica entonces una fusión de géneros propiamente dicha ni la incorporación de instrumentos típicos de ellos, sino arrojarse sin red al estilo Nebbia puro.
La voz del interior, otro título tentativo para esta edición... pues no sólo él proviene de Rosario sino que sus padres permanentemente le aconsejaban que buscara su verdadera identidad musical. Y ese abrirse paso desde los doce o trece años para “inventar” un espacio propio lo ha llevado a derribar muros enormes como si fueran nada más que piezas de dominó-
Primero fue el idioma. Cuando en los ’60 todos los grupos beat, aun algunos  “no complacientes” cantaban en inglés, Litto empezó a “adaptar” las canciones importadas a nuestro idioma –un castellano no precisamente antiguo y que algunos se regodeaban llamándolo “mersa”.
El segundo paso inmediato fue reemplazar esas canciones por composiciones propias que reflejaran con autenticidad las vivencias de los jóvenes argentinos.
En medio de disputas entre folcloristas, tangueros o rockeros, “conventilleras” o “de copetín” según cada caso, él decidió avanzar por sobre el gueto de los géneros musicales.
Rompió además con barreras generacionales, integrándose a propuestas que abarcaban desde músicos de más de noventa años hasta preadolescentes.
Por último, coronó con Melopea su anhelado sueño de independencia, la “soberanía Nebbia”: sello discográfico y estudio de grabación propios; distribución en más de una docena de países...

Durante algunos días el libro se llamó Soñar es deLitto... como él mismo propiciaba desde el principio: “Sueña y nunca dejes de soñar, sueña que algún día tu sueño puede ser realidad... no pienses que es en vano soñar...”.
Pero entonces llegó El bohemio va –título representativo sugerido por el propio Litto– como un complemento necesario, racconto de datos y comentarios sobre la edición de álbumes, bandas sonoras, conciertos, fechas trascendentes, conceptos y opiniones de y acerca de Nebbia, su generosa participación y entrevistas exclusivas a algunos artistas que lo han acompañado en estos cincuenta años con la música.
También cuatro anexos que atestiguan sus muchos vínculos discográficos con otros artistas, fotografías y galardones obtenidos.

1 comentario:

Estos Lugares dijo...

para los que busquen más informaciòn sobre este libro y sobre la COLECCIÒN DISCONARIO, les dejo nuestra web...


www.disconario.com.ar

Y como siempre, muchas gracias Freddy.