TU TIEMPO ES HOY - Una historia de Almendra

JULIAN DELGADO
 
1ra. Edición: 2017  
Editorial: Eterna Cadencia Editora
Prólogo: Juliàn Delgado


Un recorrido apasionante por la historia de Almendra, el grupo que formaron, entre 1968 y 1970, Luis Alberto Spinetta, Emilio Del Guercio, Edelmiro Molinari y Rodolfo García.

"¿Por qué me convoca su música? ¿Qué es lo que me conmueve de esas canciones escritas antes de que yo naciera?".
A partir de estas preguntas, Julián Delgado inicia un recorrido apasionante por la historia de Almendra, el grupo que formaron, entre 1968 y 1970, Luis Alberto Spinetta, Emilio Del Guercio, Edelmiro Molinari y Rodolfo García.

Los primeros pasos de Spinetta en el canto a los 14 años.
El encuentro con Del Guercio y el descubrimiento de la música como lugar de rebeldía frente al conservadurismo de la institución escolar; una rebeldía que luego, con el golpe de Estado del 66, cobraría un significado político.
La llegada de los Beatles, ese nuevo lenguaje que capturó a los jóvenes y los colocó en el centro de la escena. El surgimiento de Almendra como una apropiación singular de ese nuevo idioma musical.

La historia de Almendra es la historia de un tiempo de grandes expectativas y convulsiones, cuyas potencialidades y contradicciones el grupo supo revelar en sus cancioneros, jugando con el sueño de que podían contribuir a transformar la realidad.
Un relato adictivo y detallado, imprescindible para comprender cómo el proyecto musical de cuatro jóvenes veinteañeros sentó las bases del rock nacional y cambió la historia de la música en la Argentin.
 

SPINETTA - Anhelo de una lìrica

DANIEL ORONO
 
1ra. Edición: 2017
Editorial:
Independiente - INAMU
Prólogo: Daniel Orono


Es un ensayo inédito en donde se despliega una valoración crítica de la poética de L. A. Spinetta.
Una sistemática exploración hermenéutica , desarrollada en módulos temáticos de la totalidad de su letrística, con amplia bibliografía argumentativa y múltiples y específicas ejemplificaciones.
Se exponen reflexiones sobre su condición estética como también un minucioso recorrido por los elementos que construyen su retórica lírica.

También se desarrolla el ámbito temático de lo lumínico, lo vegetal, lo acuático y aéreo de su letristica, la presencia del tiempo y la conflictiva confrontación de la razón y el sueño.
Finalmente se exploran sus vinculaciones con la ciencia ficción y la fábula, la presencia de la mujer y la ciudad, la mirada, lo inmenso, y otros imperativos espirituales como el amor y el alma, concluyendo con sus polémicas influencias literarias. Como anticipo va la tapa posible y un fragmento del extenso ensayo.


REFLEXIONES PRELIMINARES SOBRE SU CONDICIÓN ESTÉTICA

LA SINGULARIDAD ATMOSFÉRICA DEL “FLACO”  (FRAGMENTO)

 Todos sabemos a esta altura dónde, con quiénes y cuándo comenzó el denominado “rock nacional”.
Existe hoy en día una riquísima bibliografía al respecto. También podría decirse que “la Balsa “ de Nebbia y Tanguito es la canción fundante masivamente, pero la singularidad artística presupone una arbitraria fatalidad y nunca el progresivo y prolijo desarrollo estético .
Algo de esto se dio en aquel joven Spinetta cuando irrumpe en el meollo de aquella cuestión inaugural como compositor con el grupo “Almendra”.

Nadie duda a más de 40 años de lo novedoso que fue para la música argentina ,ese irrumpir del rock dentro de la recepción estética de aquellos años. Porque si el rock en castellano inventó una nueva forma de sentir, lo spinettiano fue una de las maneras de domar lo foráneo, fundando dentro de esa nueva forma de lo argentino una particular ambición poético – musical.
 
Esto se desliza por lo incomparable de sus canciones, fraguando una pasión de minorías, desde el inicio, dentro del rock argentino. Una maravillosa anomalía que escapa hoy a cualquier categorización, porque si bien todos sabemos que – como dijo Pablo Vila (1) – en el rock nacional, musicalmente hablando, el rock es lo de menos, (o sea el género acá se escapó de lo estrictamente musical…), observemos que Spinetta es quizá el más “ rockero” ,y el menos “rockero”.
Recordemos que no habíamos entrado en los 70 y de él ya habían brotado tanto la festiva “rutas argentinas“ como “Laura va“ con su coloratura bandoneonística, y la folklórica y desconocida por muchos años : “Barro tal vez ”.
Esa era su amplitud de criterio estético .

Otro ejemplo con interrogante: ¿alguien sabe dónde ponemos el maravilloso e inclasificable tema “Kamikaze “, y tanto otros ?
Por lo tanto, Spinetta, ha sido un cantautor ecléctico que ha puesto al servicio de sus necesidades y búsquedas estéticas la forma musical posible.
Necio sería no ver que su raíz cultural se hunde y emerge desde el rock, pero con la particularidad ( que muchos no han tenido) de poder pasear por la balada jazzera, el aire folklórico, o la canción pop, sin dejar nunca de manifestar “lo spinnettiano”, musical y letrísticamente.


Esa identificación que de un modo inclaudicable persiste, nacida del rock, (…que para tranquilidad de la visión del mercado fue y es nada más que otro poco de rock …) se fue derramando hasta formar una obra argentina llena de sutilezas, multiforme, inclasificable musical y líricamente única.
Entendemos hoy que aquel gesto primordial, fue lo nuevo en oposición a lo novedoso (2) . Pero “lo nuevo“ persistirá en Spinetta, “la novedad” en cambio será hija epocal, se extinguió con el contexto de influencias y discusiones que le permitió nacer. La identificación – previa a cualquier comparación- es lo que hace posible decir “esto es Beatles”, “esto es Piazzolla”, aquello “ la voz y música de Spinetta “.
Este rasgo diferencial ( lo spinettiano) emerge de la difusa sensación de no localizar el elemento en cuestión ( ¿ lo compositivo ?, ¿Lo poético? , ¿ Lo tímbrico en su
voz ?) constituyéndose con los años en un estilo: la singularidad atmosférica del “ flaco”.

YO NO ESTOY AQUI


PIPO LERNOUD
1ra. Edición: 2016

Editorial: Gourmet Musical
Prólogo: Alfredo Rosso

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Para muchos Pipo Lernoud es el ideólogo del rock argentino.
El que rubricó, en canciones como Ayer nomás -convertida en clásico en la voz de Moris- y aquellos primeros manifiestos repartidos en Plaza Francia, el núcleo duro de la contracultura en su versión criolla.
No es poco. Pero ese título para nada desdeñable, es solo una parte de la historia.

Desde el campo, la ciudad o sus muchos periplos como viajero impenitente, Lernoud fundó revistas emblemáticas como Expreso Imaginario, Canta Rock y La Mano, fue uno de los pioneros argentinos de la agricultura orgánica y recorrió decenas de escenarios para recitar su propia obra poética.

A través de sus diarios, cartas, poemas, canciones, notas y posteos, Yo no estoy aquí revela los avatares de la cultura alternativa, el devenir social y político desde la década del sesenta hasta la actualidad.

Son 350 páginas que abarcan 50 años de notas y poemas, escritos en todas partes del planeta ilustradas con fotos, con la inigualable prosa de uno de los mejores escritores de Rock del país.

Los textos fueron compilados por Martin Graziano.




Y para muestra…un botón.

Tratamos de ver a Serú Girán

Publicada en Expreso Imaginario No 29 (XII-1978)

Me parece que hubo un error. Aunque, pensándolo bien, quizás lo hicieron a propósito. Para la primera actuación… El Gran Salto al Vacío… mandar a sus dobles por razones de seguridad. Uno piensa en los famosos monedazos y pilazos a Casa das Máquinas y comprende que debe dar miedo enfrentar al público. Aunque Charly García siempre tuvo a las audiencias en el bolsillo. Y esta es una prueba más de que este es su doble: la gente distraída, indiferente. Claro que ya pasaron como seis temas y ninguno sonaba con demasiada convicción. Pero si fuera el verdadero David Lebón ya nos hubiera emocionado a todos. Este tiene la misma voz, pero canta sin dulzura. Yo no sé qué pasa. Mirando a través del tele-objetivo de la cámara, se ve qué bien hechas que están las máscaras. Pero los ojos de Charly no brillan. ¿Dónde se habrán quedado los otros?, ¿estarán en Buzios, tomando sol en la playa? ¿O es que Charly manda a su doble al frente desde la disolución de Sui Generis y sigue siendo aquel tipo tímido que sentía mucho las cosas? Porque la música se nota que es de Charly, pero parece procesada por otro tipo.

Bueno, mejor escuchemos el recital, que no tengo ninguna prueba de lo que estoy diciendo y nadie va a creerme si lo pongo en la crítica. ¿No se oye mucho a la orquesta, no? Las partecitas que me llegan están bien, pero nada más. Lo que suena un camión es la base Aznar-Moro. Aznar patina, se arremolina, contrapuntea. Pseudo Charly anunció que van a hacer un tema urbano. Entró con un lindo jueguito de bajo y guitarra, y ya se está poniendo rockero. “Yo te veo entre los autos pidiendo perdón”, se lamenta David. Las voces suenan bien, pero los temas parecen diluirse en la instrumentación. Coramina Lopez38 levantó un poco los ánimos con su potente rock and roll tipo Rolling. David lo cantó en caliente sobre una hamaca infernal. Ahora Charly, con su nuevo piano eléctrico, ha largado Tropicalia y Aznar le baila alrededor con sus notas, contrapunteando a veces, empujando para arriba siempre. Ahora Charly mete el sintetizador y la cosa se pone movida.

De pronto sale el bajo de Aznar en un largo, vibrante solo. Ya sabemos que tiene una digitación impresionante; lo bueno es que la aplica con gusto. “Por el Ecuador y el trópico, el sol saluda a nuevos vagabundos…”.39 Y corean todos: “Se está yendo todo el mundo” en un ritmo febril con mucha polenta. Moro metiendo oleadas de ritmo y Charly saliendo con el moog a fondo me hacen olvidar por un momento del asunto de los dobles, y me parece reconocer al Charly verdadero con su piano cantando el tema siguiente: Separata. “Algo raro me estaba pasando en el hotel / Estaba solo / Sabía que mi casa estaba lejos de todo y faltaba poco para subir a tocar”.

Pero no, no hay duda. Solo al doble de un bajista se le ocurre hacer un tema de Jaco Pastorius. Supongo que Aznar preferiría hacer algo propio. ¿Y ahora quieren hacer Alto en la torre, de Sui Generis? Los coros están inseguros, no tienen la vibración de la versión original. Y ese tema Calle de las sensaciones no me dice nada. Parece un retazo de melodía que Charly les habrá dado a los dobles. A falta de buena comunicación, hagan rock and roll. “¿Ha muerto el rock?”, gritan en el escenario. El público, ingenuamente, responde: “¡No!”, y se pone a hacer el famoso corito. “Woodstock no, por favor. Ya pasó eso”, les responden los dobles. Y arrancan con una canción de David, tan vieja como el famoso festival: “Los que no piensan / todo el tiempo van a estar / muy aburridos / de estar en el mismo lugar”. Lebón manda su viola claptoniana y cortante, y vuelvo a dudar de los dobles, hasta que se mete Charly haciendo circos y morisquetas con el moog y me vuelve a la tierra: estamos en un no-recital de un no-grupo.

“Vamos a hacer un tema disco for the people of Argentina”, para anunciar un tema tipo Sábado a la Noche. “No vamos a hacer ninguno de los temas que piden”, informa Charly a la audiencia. “¡Y Charly nos cagó!”. Surge potente de la popular. “Ustedes se cagan solos”, responde el doble. No es verdad. El público no sabía que iban a venir estos muñecos. Ellos pagaron por ver a Serú Girán, el nuevo grupo de García, con toda la polenta y el sentimiento que eso significa. Pero estos saltimbanquis pedantes y mecánicos no son un substituto adecuado. A lo mejor es por eso que se aplaude tanto a Luis Alberto, y le piden a Pseudo Charly que lo nombre. “Un aplauso para Spinetta, y para mi mamá que puso un restaurant macrobiótico”, es lo único que atina a decir el doble.

“Vamos a hacer un poco de música, está bien divertirnos, pero hay un límite”. Parece que los peleles se empezaron a dar cuenta que están haciendo quedar mal a García y Lebón. El doble de David canta Serpentina, “¿en qué esquina me encontrarás?”, con lirismo y ternura. “¿Cómo sabrás qué es lo que quiero?”. Hay un regreso de la inspiración y es una pena que ya el público esté distraído y cansado, y que nadie se adelante para terminar el recital con bailes y entusiasmo como en los buenos tiempos. El mendigo en el andén, es el último tema, y la gente ya se está dispersando. Aunque cuando Charly les dijo “Si no aplauden más fuerte no hacemos bis”, casi todos lo obedecieron. Se les contagió un poco el asunto de ser como muñecos a cuerda. Pero terminó la cuerda y se van.

Bueno, ahora que salgo, es hora de recapitular: el sonido muy bueno, la orquesta correcta con un director (Daniel Goldberg), que además de dirigir hizo los arreglos. La música en general estaba bien hecha, pero si hubieran venido los auténticos Charly y David no hubiera sonado tan inconsistente. Ellos, de Brasil, tienen que haber traído algo más lleno, con más polenta que el estilo “Nueva York, 5° avenida”. Quizás no tuvieron tiempo de armarlo y reclutaron a esta gente en la Galería del Este, para actuar en este recital. Esperemos, pues, al verdadero Serú Girán.